Un nuevo estudio presentado por ATN dio a conocer una cifra alarmante: Buenos Aires recibe $112 mil millones, mientras que el resto de provincias juntas recibe $28 mil millones.
El reparto de fondos nacionales ha sido históricamente un tema de debate entre las provincias y el gobierno central. Mientras algunas regiones argumentan que reciben menos de lo que aportan, otras sostienen que la distribución no responde a criterios de equidad, sino a intereses políticos y estratégicos.
En este contexto, los datos presentados por ATN reavivan la discusión sobre la concentración de recursos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en detrimento de otras jurisdicciones que enfrentan desafíos económicos y sociales igual de importantes.
Las diferencias en el presupuesto asignado generan un impacto directo en la calidad de los servicios públicos que cada provincia puede ofrecer. Mientras que CABA cuenta con una inversión significativa en infraestructura, salud y educación, provincias como Neuquén deben administrar recursos mucho más limitados para cubrir necesidades similares.
Esta situación refuerza la sensación de desigualdad en el interior del país y pone en cuestión los criterios utilizados para la distribución de fondos.






