El Frente Grande oficializó su respaldo a Rolando Figueroa y a su espacio, La Neuquinidad, en un acto masivo que dejó en claro un mensaje: “La única forma de frenar a La Libertad Avanza en Neuquén es apoyando este proyecto con Rolando Figueroa y su equipo”. En paralelo, el peronismo continúa perdiendo protagonismo, desplazado en una contienda que cada vez se encamina más a una polarización decisiva entre Neuquinizate y La Libertad Avanza.
En un acto multitudinario que reunió a dirigentes y referentes de toda la provincia, el Frente Grande oficializó su respaldo al gobernador Rolando Figueroa y su espacio político, La Neuquinidad. La presencia de Mario Secco, intendente de Ensenada y presidente nacional del partido, marcó el tono del encuentro con un mensaje claro: “La única manera de frenar a La Libertad Avanza en Neuquén es defendiendo este proyecto con Rolando Figueroa y su equipo”. Así, el espacio Neuquinizate se consolida como el principal eje de poder en la provincia, con el respaldo de sectores que hasta hace poco actuaban en soledad.
Durante su intervención, Secco no solo expresó su apoyo al gobernador neuquino, sino que también convocó a una unidad más amplia en defensa del Estado, la salud, la educación y la universidad pública, alertando sobre los peligros del avance libertario. Este gesto no fue aislado: el plenario del Frente Grande reflejó una tendencia cada vez más evidente en Neuquén, donde la mayoría de los espacios políticos comienzan a alinearse detrás del proyecto que encabeza Figueroa, seducidos por su enfoque transversal y su capacidad de articulación sin sectarismos.
En contraste, el peronismo neuquino sigue perdiendo terreno en el escenario electoral. Sin una propuesta renovadora ni liderazgos frescos, el espacio parece aferrado a viejas estructuras que ya no conectan con la realidad provincial. Mientras el oficialismo amplía su base de apoyo y La Libertad Avanza se posiciona como la principal oposición, el peronismo queda cada vez más relegado en una contienda que se encamina hacia una polarización marcada entre el modelo de Estado presente que impulsa Figueroa y el discurso rupturista del espacio libertario.






