Ocurrió en la primaria N° 200 del barrio Gran Neuquén. La escuela intentó minimizar el hecho y los padres exigen respuestas.


Un grave episodio de violencia conmocionó a la comunidad educativa de la escuela primaria N° 200, en el barrio Gran Neuquén. Un alumno de séptimo grado, de 12 años, ingresó con un arma a una clase de educación física y apuntó a estudiantes de cuarto grado, generando pánico en el aula.

El hecho ocurrió el miércoles pasado y fue contenido por el profesor a cargo, quien logró reducir al menor y resguardar al resto de los estudiantes. La Policía y una ambulancia acudieron al lugar, pero la escuela habría intentado encubrir el incidente, alegando que se trató de una descompensación.

Según denunciaron las familias, la institución prohibió a los alumnos hablar sobre lo sucedido. La verdad salió a la luz cuando los chicos contaron lo ocurrido al regresar a sus casas.

El agresor ya tenía antecedentes por violencia: agredió con un ladrillo a otro estudiante, causándole lesiones graves, y ha sido acusado de amenazas y conductas violentas reiteradas. Sin embargo, no se había implementado hasta ahora ningún seguimiento formal por parte de las autoridades educativas.

Padres, madres y docentes exigen una respuesta urgente del Consejo Provincial de Educación y de organismos como la Defensoría del Niño. Mientras tanto, las clases fueron suspendidas hasta el miércoles y la escuela permanece cerrada al público, sin brindar declaraciones.

El caso revela fallas estructurales en la prevención y manejo de situaciones de riesgo dentro del sistema educativo, y pone en evidencia la falta de contención adecuada en contextos escolares con violencia infantil.

Tendencias