«No podemos permitir más senadores que se olviden de su origen», advirtió Rolando Figueroa, en una campaña que pone en juego dos modelos: uno enfocado en la defensa de los intereses neuquinos y otro atado a lógicas externas. Mientras el oficialismo provincial busca consolidar su identidad propia, el peronismo se desvanece y La Libertad Avanza intenta instalarse en el escenario local.
De cara a los comicios de octubre, el gobernador Rolando Figueroa ha enfatizado la necesidad de contar con legisladores que defiendan los intereses de Neuquén en el Congreso de la Nación. En sus declaraciones, criticó a aquellos senadores que, una vez en Buenos Aires, «se olvidan de su origen» y no representan adecuadamente a la provincia. Figueroa subrayó la importancia de elegir representantes que no respondan únicamente a líderes nacionales, sino que estén comprometidos con las necesidades y aspiraciones de los neuquinos.
El frente político liderado por Figueroa, conocido como La Neuquinidad, busca consolidar una propuesta que priorice la autonomía y el desarrollo provincial. Este espacio ha logrado aglutinar a diversas fuerzas políticas, incluyendo sectores del PRO, la UCR y expresiones libertarias locales, con el objetivo de presentar una alternativa sólida frente a las propuestas centralistas. En este nuevo mapa político, el peronismo ha quedado prácticamente fuera del plano electoral, sin una conducción clara ni figuras con competitividad concreta.
En este contexto, La Libertad Avanza, el partido liderado a nivel nacional por Javier Milei, intentará consolidar su presencia en la provincia. Sin embargo, Figueroa ha manifestado que las elecciones en Neuquén no deben ser vistas como una extensión de la política nacional, sino como una oportunidad para fortalecer la identidad y los intereses locales. La elección, por tanto, se perfila como una contienda entre proyectos que buscan representar auténticamente a la provincia y aquellos que podrían priorizar agendas externas.






