La imagen de adultos mayores golpeados por las fuerzas de seguridad sintetiza la lógica de un gobierno que abandona a los sectores más vulnerables. Mientras las jubilaciones pierden poder adquisitivo día a día, Milei no ofrece respuestas, solo palos y desprecio.
El gobierno de Javier Milei ha implementado un modelo económico basado en el ajuste, que impacta con mayor crudeza sobre los jubilados. La pérdida constante del poder adquisitivo de las jubilaciones deja a miles de adultos mayores por debajo de la línea de pobreza, sin acceso pleno a medicamentos ni a una alimentación adecuada. Frente a este escenario, la administración no presenta soluciones, solo profundiza el recorte.
A esta situación de abandono se suma la represión. Las imágenes de jubilados reprimidos por las fuerzas de seguridad se convirtieron en un símbolo de la respuesta oficial ante la protesta social. En lugar de empatía o diálogo, el gobierno recurre a la violencia para acallar a quienes reclaman por derechos básicos que les corresponden.
Este enfoque revela una lógica de desprecio hacia los sectores más vulnerables. Mientras Milei insiste en su discurso de libertad, los más grandes son los primeros en pagar el costo de su programa económico. El ajuste, la miseria y la represión no son consecuencias colaterales: son parte central del modelo que eligió aplicar.
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