En una nueva muestra de insensibilidad, el gobierno nacional respondió con represión a una manifestación pacífica de jubilados frente al Congreso. Lejos de escuchar el reclamo de quienes trabajaron toda su vida, Milei elige el garrote como política frente a la pobreza que él mismo profundiza.
Durante una manifestación pacífica frente al Congreso, jubilados que reclamaban por sus ingresos fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad del gobierno nacional. La protesta, impulsada por agrupaciones previsionales y gremiales, fue desarticulada con violencia.
Entre los incidentes, se denunció la detención de un fotógrafo y el uso desmedido de la fuerza contra personas mayores que sólo exigían dignidad y una respuesta a la pérdida de poder adquisitivo. La represión generó un amplio repudio en redes sociales y sectores políticos.
Mientras recorta haberes y demora actualizaciones, el gobierno de Javier Milei opta por criminalizar la protesta social. La escena frente al Congreso expone el contraste entre el ajuste económico y la falta de empatía hacia los más vulnerables.






