El intendente de Escobar estuvo presente en los festejos de Matheu por el Día de la Independencia y compartió su mirada sobre la situación actual del país. “La independencia nos tiene que hacer reflexionar sobre lo que pasa en nuestro país. Hay que terminar con la intención de eliminar a los demás. La Argentina somos todos, y todos juntos tenemos que salir adelante”, sostuvo Ariel Sujarchuk durante el cierre de la celebración.
Durante su discurso, Sujarchuk hizo hincapié en la necesidad de recuperar valores como la empatía, el respeto por el otro y el trabajo colectivo, especialmente en un contexto nacional marcado por divisiones políticas, crisis económica y fuertes tensiones sociales. “La Argentina somos todos, y todos juntos tenemos que salir adelante”, insistió, al tiempo que señaló que la verdadera independencia no se logra solamente con soberanía política, sino también con justicia social, integración y diálogo.
El evento, cargado de emoción y simbolismo, incluyó presentaciones artísticas, muestras culturales y la participación activa de estudiantes, docentes y organizaciones sociales del distrito. En ese escenario, Sujarchuk aprovechó para destacar el rol de la comunidad en la construcción de un país más equitativo y solidario. “Cuando hablamos de libertad, no podemos permitirnos naturalizar el odio. Necesitamos construir consensos y dejar de lado la idea de que el adversario es un enemigo que hay que destruir”, subrayó.
El intendente también se refirió al contexto político actual, sin aludir directamente al gobierno nacional, pero dejando entrever su preocupación por las prácticas discursivas que, según él, buscan excluir o deslegitimar al que piensa distinto. “La independencia que celebramos hoy nos debe inspirar a cuidar nuestra democracia, y eso solo es posible si respetamos todas las voces, incluso las que no compartimos”, expresó.
El mensaje de Sujarchuk resonó con fuerza en un acto que, más allá del homenaje histórico, sirvió como plataforma para reflexionar sobre el presente y el futuro del país. Con un tono reflexivo y firme, el jefe comunal propuso dejar atrás la “cultura del odio” y avanzar hacia una convivencia democrática donde las diferencias no sean motivo de enfrentamiento, sino parte de la riqueza colectiva que define a la Argentina.
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