Ariel García Furfaro, señalado por las muertes por fentanilo contaminado, también estaría vinculado a la actividad hípica. Un violento episodio en el Hipódromo de San Isidro en 2022 lo dejó con sanciones y una causa penal.
Ariel García Furfaro, propietario de los laboratorios investigados por las 90 muertes relacionadas con fentanilo adulterado, sería dueño de más de un centenar de caballos de carrera. Su nombre volvió a estar en el foco luego de la difusión de un video que lo muestra junto a sus hermanos Damián y Hernán protagonizando un violento escándalo en el Hipódromo de San Isidro en octubre de 2022.
El incidente ocurrió durante el Gran Premio Jockey Club, cuando un caballo del stud “Mamina”, propiedad de la familia, perdió la competencia por decisión de los comisarios tras un final “cabeza a cabeza”. La resolución desató la furia de los hermanos: Damián se subió a los carteles y rompió la marquesina, y en el palco de autoridades se produjeron golpes con directivos y policías. “Fue una batahola. Algo nunca visto en el hipódromo”, describió un testigo.
Por el episodio, el stud fue suspendido dos años y se prohibió de forma indefinida el ingreso de los responsables a los palcos, además de iniciarse una causa por “atentado y resistencia a la autoridad”. En su defensa, los García Furfaro afirmaron haber sido “víctimas y no victimarios” y sostuvieron que les “robaron” la carrera. Este antecedente se suma a otra denuncia por amenazas a jueces en los Tribunales de Morón.






