Gracias al modelo de gestión neuquino, la provincia dejó atrás una crisis financiera de más de 4 mil millones de dólares. Con las cuentas ordenadas y sin deuda, Rolo Figueroa reactivó obras paralizadas e impulsó nuevos proyectos de infraestructura en todo el territorio.

Bajo la conducción de Rolando Figueroa, Neuquén logró revertir una crisis financiera que superaba los 4 mil millones de dólares, alcanzando un superávit histórico y consolidando la estabilidad económica de la provincia. Este resultado permitió planificar la inversión pública con mayor previsibilidad.

El modelo de gestión neuquino permitió ordenar las cuentas y mantener la provincia libre de deuda, generando un marco seguro para retomar obras paralizadas. La estrategia se centra en priorizar proyectos estratégicos y en asegurar que los recursos se utilicen de manera eficiente y transparente.

Gracias a estas medidas, se reactivaron obras en infraestructura educativa, vial y sanitaria, y se impulsaron nuevos desarrollos en todo el territorio. Figueroa destacó que la inversión pública es clave para fortalecer la economía local, generar empleo y mejorar la calidad de vida de los neuquinos.

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