Dueños de Suizo Argentina, concentran negocios millonarios en medicamentos y autos de lujo. Viven en Nordelta y están bajo la lupa judicial.
El caso de los audios que comprometen a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) reveló a la familia Kovalivker, dueña de la droguería Suizo Argentina, que pasó del bajo perfil a estar en el centro de una investigación por presunta corrupción. Su holding, liderado por Eduardo y sus hijos Jonathan y Emmanuel, combina contratos millonarios con el Estado y un estilo de vida lujoso.
Suizo Argentina, la principal empresa del grupo, obtuvo en 2025 contratos por más de $78.000 millones para logística de medicamentos. Además, controlan constructoras, financieras y la concesionaria de autos de alta gama “Il Cavallino”. Eduardo es un coleccionista de Ferraris y posee una chacra en Punta del Este, mientras que sus hijos residen en Nordelta y pilotean helicópteros.
La causa judicial avanzó con allanamientos que dejaron escenas llamativas: Emmanuel fue detenido con USD 266.000 y $7 millones en efectivo, y Jonathan no fue hallado en su domicilio, donde encontraron una caja fuerte vacía. La familia niega haber pagado coimas, pero la Justicia investiga el vínculo entre su crecimiento empresarial y el poder político.






