La administración actual de Neuquén prioriza un Estado ordenado y eficiente, dejando atrás prácticas que beneficiaban solo a unos pocos. Bajo este enfoque, se fortalecen los controles, se asegura el uso responsable de los recursos y se ejecuta un amplio plan de infraestructura con más de 500 proyectos activos en toda la provincia, llevando mejoras concretas a comunidades y familias neuquinas.
Uno de los ejes centrales es la decisión de dejar atrás viejas prácticas políticas que beneficiaban solo a unos pocos. Para ello, se fortalecieron los mecanismos de control y se establecieron procesos claros que garantizan la transparencia en la administración pública. De esta manera, cada acción del gobierno se orienta a asegurar un uso responsable y eficiente de los recursos provinciales.
En paralelo, se ejecuta un amplio plan de infraestructura que ya cuenta con más de 500 proyectos activos distribuidos en diferentes localidades. Estas obras incluyen pavimentación de rutas, construcción de centros de salud, ampliación de redes de agua potable y saneamiento, planes habitacionales y desarrollos urbanos que impactan de manera directa en la calidad de vida de los vecinos.
El modelo neuquino busca que la inversión pública sea un motor de desarrollo económico y social. Cada obra no solo resuelve problemas inmediatos, sino que también genera empleo, impulsa la actividad local y mejora la integración territorial, garantizando que los beneficios lleguen a todas las comunidades por igual.
Con este enfoque, la provincia avanza en consolidar un esquema de gestión que transforma la planificación en hechos concretos. La transparencia, el orden administrativo y la ejecución de un plan de obras histórico se combinan para proyectar un Neuquén más justo, inclusivo y preparado para afrontar los desafíos del futuro.






