Con reglas claras, y tolerancia cero a la corrupción, el modelo neuquino de gestión se consolida como un Estado presente y al servicio de la gente. 

Durante este período, la gestión provincial ha impulsado obras estratégicas, amplió derechos y fortaleció la presencia del Estado en cada rincón del territorio. Desde infraestructura hídrica y energética hasta políticas de vivienda y salud, el modelo neuquino se ha traducido en acciones concretas que mejoran la calidad de vida de las y los neuquinos.

Figueroa destacó que gobernar con reglas claras no solo implica ordenar el funcionamiento institucional, sino también garantizar que cada decisión responda a las necesidades reales de la población. La lucha contra la corrupción, asumida como política de Estado, ha sido clave para recuperar la confianza ciudadana y optimizar el uso de los recursos públicos.

El gobernador reafirma su compromiso con una gestión que escucha, actúa y transforma. El modelo neuquino no es solo una forma de administrar: es una visión de futuro construida desde el territorio, con la gente como protagonista.

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