A su vez, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) tendrá una participación activa en la Asamblea, presentando una serie de propuestas centradas en tres ejes fundamentales que considera prioritarios para el futuro del sector: la seguridad operacional en todas las etapas de vuelo, el compromiso con la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental de la aviación. 

El titular de la ANAC y de la EANA, Norma Rotta, encabeza la delegación argentina que participa en la 42ª Asamblea de la OACI, realizada en Montreal entre el 23 de septiembre y el 3 de octubre. En este marco, el país buscará renovar su lugar en la Comisión de Aeronavegación, un espacio clave dentro de la estructura técnica del organismo. Argentina, miembro del Consejo desde 1947, también estará presente en las comisiones de medio ambiente y seguridad operacional, con foco en la interoperabilidad de sistemas y en la gestión del espectro radioeléctrico.

El encuentro, que coincide con el 80º aniversario de la OACI, reúne a representantes de 193 Estados para definir políticas estratégicas que orientarán la aviación civil internacional durante el próximo trienio. La Asamblea tratará 39 temas, que incluyen cuestiones organizativas, presupuestarias y técnicas, y contará con la participación de la IATA, la entidad que representa al 83% del tráfico aéreo mundial. Esta organización presentó 14 documentos de trabajo con propuestas en tres ejes: seguridad, sostenibilidad y eficiencia regulatoria.

En seguridad, IATA advierte sobre la necesidad de reforzar la investigación de accidentes y de proteger el uso del espectro radioeléctrico frente a interferencias, especialmente en regiones con tensiones geopolíticas. En materia de sostenibilidad, la asociación impulsa la producción de combustibles sostenibles de aviación y defiende la continuidad del esquema CORSIA como herramienta de transición hacia un sector con cero emisiones netas para 2050. Respecto a la eficiencia regulatoria, la organización remarca la importancia de armonizar normativas y evitar fragmentaciones que afecten la conectividad global.

El contexto internacional aporta un tono complejo a la Asamblea, atravesado por conflictos bélicos, disputas comerciales y la urgencia de avanzar en la descarbonización. Las deliberaciones en Montreal definirán una hoja de ruta que marcará el rumbo de la aviación mundial durante los próximos tres años, en un escenario donde las decisiones adoptadas tendrán repercusión directa en las operaciones, regulaciones y estrategias de los Estados y de la industria aérea en general.

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