El Gobierno Nacional redujo drásticamente los fondos para Neuquén, enviando menos de la mitad que el año pasado. Mientras Buenos Aires y la Ciudad Autónoma concentran los recursos, las provincias productoras del interior son las más afectadas por el ajuste. Rolando Figueroa volvió a marcar la desigualdad y reafirmó su compromiso con la defensa de lo que le corresponde a los neuquinos.

“Neuquén produce la energía que mueve a la Argentina, pero no recibe lo que le corresponde”, expresó Figueroa, subrayando que el centralismo “no solo genera injusticia fiscal, sino también desigualdad territorial”. Según precisó, la merma en las transferencias impacta directamente sobre servicios esenciales como la salud, la educación, la asistencia social y la infraestructura, que la provincia debe sostener con recursos propios.

El gobernador reafirmó que su gestión mantendrá el compromiso de garantizar la continuidad de obras y programas, pero advirtió que “el esfuerzo provincial no puede reemplazar de manera indefinida la responsabilidad del Estado Nacional”. En esa línea, insistió en la necesidad de replantear el esquema de distribución de fondos para que las provincias productoras tengan autonomía real y puedan decidir el destino de sus recursos.

“Defender a Neuquén no es un slogan, es exigir un reparto justo. Queremos un país donde las provincias que producen no sean castigadas, sino reconocidas por su aporte. La energía, el gas y el petróleo que salen de nuestra tierra sostienen al país entero, y es justo que una parte vuelva en forma de oportunidades para nuestra gente”, concluyó Figueroa.

Tendencias