Cada año, hasta 50.000 argentinos sufren un paro cardíaco fuera del hospital. Saber reanimación cardiopulmonar puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte: cada minuto cuenta.


Entre 40.000 y 50.000 personas en Argentina atraviesan cada año un paro cardíaco fuera del ámbito hospitalario. En la mayoría de los casos ocurre en el hogar, en la vía pública o en el trabajo, lejos de un médico o un desfibrilador. Sin maniobras de RCP, menos del 10% sobrevive; con intervención inmediata, la supervivencia puede multiplicarse por cuatro y alcanzar hasta el 50%.

La clave está en actuar rápido: cada minuto sin reanimación reduce entre un 7 y un 10% las chances de sobrevivir. Por eso, el rol ciudadano es fundamental. “Aunque una ambulancia llegue en cinco minutos, son minutos sin oxígeno en los que la vida corre un riesgo altísimo”, advierten desde la Fundación Emergencias, que impulsa la capacitación masiva como primer eslabón en la cadena de supervivencia.

Experiencias internacionales respaldan el impacto del aprendizaje colectivo. En Noruega, donde la RCP es enseñanza obligatoria en las escuelas, la tasa de supervivencia se duplicó. En Japón, los programas comunitarios y la instalación de desfibriladores públicos lograron resultados similares. En Argentina, la Ley 27.159 obliga a que los espacios públicos y privados de acceso público cuenten con un Desfibrilador Externo Automático (DEA) y personal entrenado para su uso.

Tendencias