En septiembre de 2025, la Argentina importó 2.000 toneladas de bondiola, la misma cantidad que produce el país mensualmente, generando preocupación entre los productores locales.

Del total de carne de cerdo importada, que alcanzó las 4.600 toneladas por un valor de 125 millones de dólares, la bondiola fue el corte más destacado. Este producto, muy apreciado en Argentina, llega principalmente desde Brasil, donde se considera un corte de menor valor.

La Federación Porcina Argentina advirtió que el ingreso masivo de carne importada presionó los precios a la baja y afectó la rentabilidad de los productores nacionales. Además, señalaron que la carne importada llega congelada y con agua, lo que puede afectar su calidad y la percepción del consumidor.

El sector destacó que la producción local abastece casi en su totalidad al mercado interno, pero los costos más bajos y las políticas de promoción de Brasil permiten ofrecer precios más competitivos. Esto abrió un debate sobre la necesidad de revisar las políticas comerciales y sanitarias para proteger la producción porcina argentina.

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