La vacunación fue destacada como una práctica esencial dentro de un estilo de vida saludable durante el Seminario de Periodismo en Salud. Los especialistas resaltaron que inmunizarse no solo protege a cada persona, sino que también refuerza la inmunidad colectiva, resguardando a quienes no pueden recibir vacunas, como los bebés o pacientes inmunocomprometidos.
El pediatra Fernando Burgos, de la Fundación Vacunar, explicó que la inmunización es una de las estrategias más efectivas de la salud pública moderna, ya que previene enfermedades, reduce la mortalidad y evita complicaciones graves. Además, recordó que las vacunas permitieron erradicar la viruela y disminuir drásticamente casos de poliomielitis, sarampión y rubéola.
De acuerdo con el último Informe Nacional de Coberturas del Calendario Nacional de Vacunación, las vacunas aplicadas en los primeros meses de vida presentan coberturas más altas —como la BCG (87,1%) o la Hepatitis B neonatal (83%)—, pero los refuerzos caen considerablemente en la infancia, llegando a valores de entre 65% y 75%, e incluso menos del 50% en vacunas como la triple viral o la varicela. Esta baja en los refuerzos expone a la población a enfermedades inmunoprevenibles y debilita la protección comunitaria.
Los especialistas insistieron en la necesidad de mantener los esquemas de vacunación actualizados a lo largo de toda la vida. También subrayaron la importancia de vacunar durante el embarazo y en la adultez mayor, para reforzar las defensas naturales y reducir el riesgo de infecciones graves. Incorporar las vacunas como hábito permanente de cuidado, desde la gestación hasta la vejez, es clave para prevenir brotes y asegurar una mejor calidad de vida.






