El arribo del primer lote de aeronaves adquiridas a Dinamarca marcará un punto de inflexión para la Fuerza Aérea, en una ceremonia programada para el 5 de diciembre en la Base de Las Higueras. La actividad reunirá a autoridades nacionales y mandos militares en el marco del programa de modernización impulsado por el Gobierno.
El desembarco de los F-16 en la Base de Las Higueras se presenta como una de las decisiones más emblemáticas del actual Gobierno en materia de defensa. La incorporación del primer lote adquirido a Dinamarca busca saldar una deuda histórica con la Fuerza Aérea, que durante años enfrentó limitaciones severas para mantener una flota moderna y operativa. Para la administración de Javier Milei, este paso confirma una promesa de campaña que situaba al reequipamiento como un eje prioritario de gestión.
En paralelo al proceso de compra, la base cordobesa atravesó un período de adecuaciones destinadas a garantizar que las aeronaves puedan operar en condiciones óptimas. Se reacondicionaron hangares, se reforzaron estructuras de apoyo técnico y se incorporó tecnología necesaria para sostener las tareas de mantenimiento. Según fuentes oficiales, el objetivo fue elevar la capacidad instalada a estándares compatibles con los requerimientos del nuevo sistema de armas, una condición indispensable para asegurar su operatividad inicial.
La ceremonia prevista para el 5 de diciembre reunirá a autoridades nacionales y mandos de las Fuerzas Armadas, consolidando la importancia política e institucional del evento. El Gobierno busca mostrar el arribo de los F-16 como el inicio visible de una etapa de modernización que no solo impactará en la capacidad supersónica, sino también en la estructura integral de la defensa. El componente simbólico, remarcan en la Casa Rosada, es tan relevante como el operativo: se trata de recuperar un rol estratégico tras años de estancamiento.
Este proceso se complementa con un programa de capacitación intensiva para pilotos, mecánicos y personal técnico. A lo largo del último año, distintos grupos realizaron entrenamientos en el exterior con el fin de familiarizarse con los sistemas del F-16 y adoptar sus protocolos de seguridad, navegación y combate. La Fuerza Aérea considera que esta formación será clave para reducir la curva de adaptación y garantizar que el nuevo material esté plenamente integrado en plazos breves.
Con el arribo del primer lote, la Argentina inaugura una fase que promete transformar la capacidad operativa de su aviación militar. Para Milei y Petri, la llegada de los F-16 es la prueba concreta de un compromiso asumido y ejecutado en tiempo récord, y un mensaje hacia el futuro sobre la orientación estratégica de la defensa nacional. La actividad en Las Higueras será, en ese sentido, el punto de partida de un proceso que aspira a dejar atrás una década de limitaciones y recuperar el protagonismo perdido.
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