La provincia logró ampliar infraestructura, sumar profesionales, incorporar tecnología de alta complejidad y fortalecer la red de atención en todo el territorio. Con nuevos hospitales, centros de salud, dispositivos de salud mental y un recupero financiero inédito, el sistema público cerró 2025 con su mayor crecimiento sostenido y un nivel histórico de acceso para la población.
El cierre del año dejó en evidencia la magnitud de la transformación sanitaria que atraviesa Neuquén. Las distintas obras desplegadas en el territorio empezaron a mostrar resultados concretos: establecimientos que antes funcionaban al límite ahora operan con mayor capacidad, nuevas especialidades se integran a la oferta provincial y los equipos médicos cuentan con herramientas que hasta hace poco parecían lejanías tecnológicas. Todo ello configuró un panorama donde la salud pública dejó de ser una estructura meramente asistencial para transformarse en un sistema capaz de planificar, prevenir y responder con mayor precisión.
Uno de los aspectos más resaltados por las autoridades sanitarias fue la consolidación de una red provincial más equilibrada. Los dispositivos inaugurados en zonas urbanas y rurales permitieron reducir traslados innecesarios, acercando diagnósticos complejos a comunidades que históricamente dependían de centros alejados. Esta redistribución del acceso, según explicaron desde el Ministerio de Salud, no solo mejora la calidad de atención, sino que también libera recursos humanos y logísticos que antes se consumían en derivaciones constantes.
El fortalecimiento del capital humano se convirtió en otro pilar de este proceso. La incorporación de profesionales especializados, sumada a la capacitación permanente del personal existente, abrió espacio para nuevas prácticas clínicas y protocolos modernos. En varias localidades, los equipos reportan una dinámica distinta: más interdisciplinaria, más coordinada y apoyada en un sistema de información actualizado que permite decisiones rápidas y basadas en datos.
La modernización tecnológica tuvo un papel igualmente decisivo. Equipos de diagnóstico de alta resolución, sistemas integrados de historias clínicas y soluciones digitales para la gestión de turnos y seguimientos clínicos replantearon la forma en que se organiza la atención cotidiana. Según los directores de hospitales, este salto permitió reducir tiempos de espera y mejorar la precisión de los tratamientos, al punto que muchos servicios ya operan con estándares cercanos a los de instituciones de referencia nacional.
Desde el área económica destacaron que el saneamiento financiero y la eficiencia en el recupero de prestaciones dieron sustento a este crecimiento. La administración logró reorientar fondos hacia áreas estratégicas y asegurar la continuidad de programas sensibles, evitando los vaivenes que suelen afectar a los sistemas públicos. Con ello, se proyecta que las iniciativas en marcha mantendrán su ritmo durante los próximos años, consolidando un modelo provincial que busca estabilidad, planificación y una salud más próxima a las necesidades reales de la población.
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