El esquema prevé ajustes trimestrales atados al IPC durante el primer semestre de 2026, contempla dos sumas complementarias y el reconocimiento por indumentaria laboral, con criterios comunes al resto de los trabajadores del Estado.

La definición del esquema salarial para la fuerza policial se da en un escenario donde distintos sectores del Estado provincial ya contaban con lineamientos claros para el próximo año, mientras que el personal de seguridad aún esperaba una referencia concreta. La decisión apunta a cubrir ese vacío y a ordenar la planificación interna del área, en un contexto económico atravesado por la inflación y la necesidad de previsibilidad presupuestaria.

Desde el Ejecutivo se explicó que el criterio adoptado sigue la misma lógica aplicada al resto de los trabajadores estatales, aun cuando la Policía no participa de negociaciones paritarias formales. El objetivo fue evitar tratamientos diferenciados y sostener un marco homogéneo de actualización de ingresos dentro de la administración pública neuquina.

El esquema elegido toma como referencia indicadores oficiales de precios, combinando variables nacionales y provinciales para reflejar con mayor precisión el impacto del costo de vida. Esta metodología ya había sido utilizada en acuerdos previos con otros sectores del Estado y ahora se extiende a la fuerza de seguridad como parte de una política salarial unificada.

Además del esquema de actualización, el decreto contempla reconocimientos específicos vinculados a las particularidades de la función policial, como compensaciones adicionales y el reconocimiento por indumentaria laboral. Estos conceptos buscan atender gastos propios de la actividad sin alterar la estructura salarial permanente.

La medida se inscribe en una línea de gestión que prioriza reglas claras, previsibilidad y equilibrio fiscal, ejes que el gobierno de Rolando Figueroa viene sosteniendo en materia de administración pública. Con este esquema, la Provincia busca anticiparse a los escenarios económicos del próximo año y reducir la incertidumbre en áreas clave del Estado.